Tener una educación de calidad es un objetivo compartido en forma transversal, es la mejor inversión para el desarrollo, para ello el gobierno en su rol subsidiario de generar mayor igualdad de oportunidades requiere aumentar la recaudación, siendo correcto el argumento que para financiar gastos permanentes se requieren ingresos permanentes.

Sin embargo las barreras están en cómo se quiere implementar la Reforma Tributaria ya que existe una profunda asimetría en las visiones de cómo operan las empresas en el mundo real, que amenaza con no recaudar los fondos requeridos y reducir el Valor de las Empresas; mayores impuestos reducen la Utilidad Neta y la generación de Flujos de Fondos aumentando el riesgo que eleva la tasa de descuento, lo que unido al incentivo de mayor uso de deuda impacta reduciendo el Valor del Patrimonio.

Hay un impacto directo en la generación de flujos de fondos; la realidad es dura y cruel “los negocios quiebran por falta de caja”. Las utilidades no están en una cuenta liquida en el Balance, están en Existencias y Cuentas por Cobrar entre otros, las empresas verán reducido su Capital de Trabajo y tendrán que reducir su operación.

En términos simples el Flujo de Caja está constituido por la Utilidad Neta después de Impuesto más la Depreciación pero algunos olvidan que hay reducir también las Amortizaciones de Capital de los Créditos, el saldo restante se destina a Retiros de Socios y/o Capitalización.

Al no incentivar la Capitalización las empresas se deberán endeudar, pero también se olvidan que el uso de deuda no es infinita, a mayor deuda, mayor riesgo de quiebra, mayor riesgo financiero y mayor costo financiero. La Reforma Tributaria tal como está hoy condena a las Medianas y Pequeñas Empresas a no crecer y a depender aún más del financiamiento bancario, un escenario que no cuadra con el desarrollo del sector que genera el 80% del empleo

Gonzalo Henriquez C.

Gerente General

Weston Asesoría Financiera